me coloco detrás de la sombra de tu sombra
y me revuelco en la oscuridad de tu memoria,
hacemos nacer la Luna con un beso
o sumergimos en la demencia de un abrazo
la pasional fricción de una caricia.
Con tu permiso,
te hago un ramo de estrellas fugaces
me hago intangible a la humanidad
como un hermoso destierro hacia el paraíso:
no quiero aprender a vivir sin tu boca.
Con tu permiso,
te hago un jugo de lagrimas de alegría
y propongo un brindis bajo la lluvia,
bajo las sabanas, bajo nuestra responsabilidad,
bajo protesta y contraprotesta,
bajo la piel;
tu piel que es melodía de luz,
tu piel que es imán de mi boca
o nido de pájaro de fuego
que hace vibrar mi pecho para vivir.
Con tu permiso,
me someto a tu espada,
la desfundo de tus labios
y me hago tibias cortadas
de deliciosa temperatura.
Con tu permiso me hago sordo
para que me hables con tus besos.
Con tu permiso
me vuelvo un lobo lunático
que te habite todos los días.
© Ulises Casal
La parte de... "con tu permiso me hago sordo para que me hables con tus besos" wow wow wow
ResponderEliminar