Luna morbida

Luna morbida

viernes, 30 de marzo de 2012

Celeste

Como se consume un delito entre sombras menguantes,
me disperso en la llama de mi arena sin salpicar a nadie.
Ya los tuertos se me avientan para mostrarme el filo de su ojo
como municiones de lánguidos y soberbios pensamientos.
Yo no me construyo a solas.
A veces la neblina sorbe mi ánima,
tapiza el cielo con mi vaho y deforma el pensamiento, 
y la alfombra me recuerda deliciosos trazos asimétricos.
Así me destrozo la ceja izquierda tratando de robar una mirada
y el silencio se suaviza para dejarme escapar.


Me están respirando todos,
se envenenan de mis pupilas y la furia de mis colores,
de mis palabras desnudas,
del morbo de saberme,
de la ansiedad de inventarme.
A veces se me ocurre trepar una telaraña,
colgarme de una nube a soñar despierto,
sonrojar el alba con algún verso
y menguar detalles para salvar a algún demente del corazón.


Yo quiero colocar el árbol de mi cuerpo frente a tu casa,
dejar caer por las noches una manzana o un durazno,
o un poema 
para que comas dulcemente de mí.


Así como se construye un paso,
quiero crear estrellas o la ternura que siempre se extraña.
Ahora que soy celeste
hago del sonido del humo de cigarro un dulce tono
que sirve para hidratar el cielo de motivos,
para luego sonreír en la llovizna
junto a esta Luna creciente.

              © Ulises Casal




No hay comentarios:

Publicar un comentario