van a despertar al adjetivo que tengo en el pubis de mi alma.
Ya sé que soy mortal,
disculpen ustedes mi defecto,
pero no puedo evitar sentir cierto placer
al hacerle el amor a mi libro
con mis ojos embarrando la mirada
línea por línea.
No es el morbo de borracho taciturno
nada de eso,
es el encierro cautivo en la jaula del papel,
la fantasía ilusa que hace temblar mis entrañas
y el conmover artístico de las palabras.
No hagan ruido porque me esta seduciendo
lentamente con soplos invisibles en mi nuca,
el pudor se tira a la basura
y son mis manos la que acarician
el nombre en su lomo de excitante fiera,
yo te leo bajo el papel que te arropa,
tu me conquistas con historias tatuadas en tu piel,
levántame y hazme tuyo
hazme el amor con tu historia
con la memoria pasmada entre tus páginas
desnudas como el viento.
Son caricias transparentes
los verbos que se conjugan en tu boca,
acciones contestatarias de tus movimientos,
y yo que solo te provoco con la mirada
me sometes indefenso a cada párrafo
de tierno salvajismo
que brota de tus partes.
Cada palabra quisiera despedazarte las hojas
con mis labios.
Pronúnciame un gemido,
enloquéceme con tu tibio respiro
desde las pestañas hasta el cuello,
silencio, no hagan ruido,
no me puedo contener a esta locura,
¡callen!
sus páginas se están abriendo,
sus letras me están leyendo,
su cuerpo me está tomando
sus ojos se están cerrando
ella me quiere dentro
y yo continuar...
quiero continuar leyendo.
© Ulises Casal
con mis ojos embarrando la mirada
línea por línea.
No es el morbo de borracho taciturno
nada de eso,
es el encierro cautivo en la jaula del papel,
la fantasía ilusa que hace temblar mis entrañas
y el conmover artístico de las palabras.
No hagan ruido porque me esta seduciendo
lentamente con soplos invisibles en mi nuca,
el pudor se tira a la basura
y son mis manos la que acarician
el nombre en su lomo de excitante fiera,
yo te leo bajo el papel que te arropa,
tu me conquistas con historias tatuadas en tu piel,
levántame y hazme tuyo
hazme el amor con tu historia
con la memoria pasmada entre tus páginas
desnudas como el viento.
Son caricias transparentes
los verbos que se conjugan en tu boca,
acciones contestatarias de tus movimientos,
y yo que solo te provoco con la mirada
me sometes indefenso a cada párrafo
de tierno salvajismo
que brota de tus partes.
Cada palabra quisiera despedazarte las hojas
con mis labios.
Pronúnciame un gemido,
enloquéceme con tu tibio respiro
desde las pestañas hasta el cuello,
silencio, no hagan ruido,
no me puedo contener a esta locura,
¡callen!
sus páginas se están abriendo,
sus letras me están leyendo,
su cuerpo me está tomando
sus ojos se están cerrando
ella me quiere dentro
y yo continuar...
quiero continuar leyendo.
© Ulises Casal
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