Soy de los hombres
que se pasan la vida
viviendo con la sed
de un pez.
© Ulises Casal
Luna morbida
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martes, 29 de enero de 2013
Plegaria
Coróname con la palabra que me falta,
mi trono se esconde en tu saliva,
es menester de mi pasión,
inclinar la cabeza ante tu sagrado
desamor por la vida.
La muerte tiene un hambre espantosa,
aliméntala con poemas,
atragántala de belleza,
que su vientre ardan estrellas.
El miedo tiene anhelo de retroceder
borra su memoria con el destino,
pinta su sangre con coraje,
hazle saber que no tiene sombra.
A los días les faltan horas,
inyéctales adrenalina,
corta las manos que marcan la hora
permite que contemplen el mar.
A los hombres les faltan vidas,
no se las des
no sirve de nada.
© Ulises Casal
mi trono se esconde en tu saliva,
es menester de mi pasión,
inclinar la cabeza ante tu sagrado
desamor por la vida.
La muerte tiene un hambre espantosa,
aliméntala con poemas,
atragántala de belleza,
que su vientre ardan estrellas.
El miedo tiene anhelo de retroceder
borra su memoria con el destino,
pinta su sangre con coraje,
hazle saber que no tiene sombra.
A los días les faltan horas,
inyéctales adrenalina,
corta las manos que marcan la hora
permite que contemplen el mar.
A los hombres les faltan vidas,
no se las des
no sirve de nada.
© Ulises Casal
El poeta
El poeta es la suerte desalmada,
una ciudad que nunca será encontrada,
el espejo de una memoria que miente,
el recuerdo de quien no existe.
El ladrón de la verdad,
el testigo de la sangre que brota
por la herida,
la ceniza que aspiran los sonámbulos.
El poeta es un hipócrita
que piensa que si habla de un sueño
de verdad es un sueño.
Iluso que cree que puede hacer soñar
a quien lo lee,
El poeta es un destino
que no obedece a su camino.
© Ulises Casal
una ciudad que nunca será encontrada,
el espejo de una memoria que miente,
el recuerdo de quien no existe.
El ladrón de la verdad,
el testigo de la sangre que brota
por la herida,
la ceniza que aspiran los sonámbulos.
El poeta es un hipócrita
que piensa que si habla de un sueño
de verdad es un sueño.
Iluso que cree que puede hacer soñar
a quien lo lee,
El poeta es un destino
que no obedece a su camino.
© Ulises Casal
Devoción
Me entrego a ti,
oscuridad misericordiosa.
Con mi temple de láser,
me hago humo perenne,
que te dibuje cantos sobre el jardín,
y al coro nebuloso de tu sonrisa,
eterna como labios de estrella fugaz,
me apego a tu ley,
a tu rutina soñadora
que abraza despacio
para matar de un tajo.
Me pesa la mirada,
permite dejar un gramo de luz
en esta estrella,
una gotita de esperanza en esta otra,
un deseo inconsolable
que crezca fuerte
como un árbol de luciérnagas en tu regazo.
En tus manos encomiendo mi espíritu,
que mi lágrima sea la espada
clavada en el sol.
Mi reino de sangre
es la sed de los indomables,
báñate de mi vientre
con la pasión de mi primer sueño,
sonríe, que debajo de mi piel
todo es negro, como tu esencia
de mujer amada.
© Ulises Casal
Avanti
Que sea el desierto
la consciencia que aguarde mi oración,
mi fe no se acaba con llanto,
la lengua tiene alas,
a lo lejos corre la maldad
como una cebra correteada
por un hambriento tigre.
No desesperes mundo,
el horizonte esta más cerca
que el corazón de los seres.
Hay esquinas
en las que se prostituye el diablo,
y la niña de los ojos miel
se la pasa llorando,
tristemente llorando
el suicidio de su dios.
Mi cama es una isla
donde se anidan los sueños.
© Ulises Casal
la consciencia que aguarde mi oración,
mi fe no se acaba con llanto,
la lengua tiene alas,
a lo lejos corre la maldad
como una cebra correteada
por un hambriento tigre.
No desesperes mundo,
el horizonte esta más cerca
que el corazón de los seres.
Hay esquinas
en las que se prostituye el diablo,
y la niña de los ojos miel
se la pasa llorando,
tristemente llorando
el suicidio de su dios.
Mi cama es una isla
donde se anidan los sueños.
© Ulises Casal
jueves, 17 de enero de 2013
Angustia
(Ya puse mi corazón en la estrella,
que te guiará hasta el polo norte de mis labios
en medio de ese mar de terror)
Después de cerrar mis ojos
y caminar hacia la luz,
de tomar la mano del diablo
y charlar con José Agustín...
Luego de ivernar en mi memoria
deleitarme con la musa melancolía
de Pessoa y Pizarnik,
de conocer un muerto más que a mis manos
y sonreír mientras te pienso...
Después de salir de la mirada
de un dragón que nace en el vértice
de la realidad donde va desapareciendo
poco a poco el barco que enardece
la furia de las entrañas...
Más allá, de ver lo que no puedo más acá,
de fundirme en el delirio de pensar,
de sonrojarme con una frase de mi madre
y el abrazo lejano de un amigo que me admira...
Después de reafirmarme con mi esfuerzo
para quedarme plasmado en las palabras,
luego de darme cuenta que soy más feliz
de lo que muchos pudieran imaginar,
de llorar, de emocionarme, de gritar,
de bailar, de disentir, de volar...
Necesito con brutal demencia,
con angustia radiante y salud emocional,
volver a sentir tus dedos entrelazados con los míos.
© Ulises Casal
que te guiará hasta el polo norte de mis labios
en medio de ese mar de terror)
Después de cerrar mis ojos
y caminar hacia la luz,
de tomar la mano del diablo
y charlar con José Agustín...
Luego de ivernar en mi memoria
deleitarme con la musa melancolía
de Pessoa y Pizarnik,
de conocer un muerto más que a mis manos
y sonreír mientras te pienso...
Después de salir de la mirada
de un dragón que nace en el vértice
de la realidad donde va desapareciendo
poco a poco el barco que enardece
la furia de las entrañas...
Más allá, de ver lo que no puedo más acá,
de fundirme en el delirio de pensar,
de sonrojarme con una frase de mi madre
y el abrazo lejano de un amigo que me admira...
Después de reafirmarme con mi esfuerzo
para quedarme plasmado en las palabras,
luego de darme cuenta que soy más feliz
de lo que muchos pudieran imaginar,
de llorar, de emocionarme, de gritar,
de bailar, de disentir, de volar...
Necesito con brutal demencia,
con angustia radiante y salud emocional,
volver a sentir tus dedos entrelazados con los míos.
© Ulises Casal
lunes, 14 de enero de 2013
Universo rojo
Ahí a tu lado
yo estoy.
Aparezco como un fantasma
que cuida de ti.
Estoy ahí porque en ti me llevas,
como una estrella en medio de
las galaxias que llevas por ojos.
Cuando el cansancio se apodera
de las curvas de tu piel centinela,
me hago la sombra que te cobija
aunque lejos de ti me encuentre.
Permiteme abrazarte,
sumergirte en mí, como un tornado
que consume tus poros.
Déjame temblar por extrañarte
cada día un poco más.
No te preocupes,
a tu lado aún voy a estar.
El amor es nuestra manera de vivir.
Y no hay universo que decante
mis sentimientos.
Soy tuyo,
con toda la alevosía
de no separarme de ti
aún cuando este lejos.
Te extraño,
sin secretos ni pausas,
te espero, todas las noches
cuando descansas.
Vivo por ti,
divina mujer: mi vida.
Por el palpitar de ese universo rojo
que hace vibrar mi alma.
© Ulises Casal
jueves, 10 de enero de 2013
He aquí mi boca
He aquí mi boca,
ignorando la vergüenza de haberte besado
tan dulce y lentamente que me
he transformado en un hombre en llamas.
He aquí mi boca que se puso sobre la tuya
y la abrazo con la tempestad
que se desata por extrañar.
Aquí yace tu boca
húmeda de perpetuidad,
sumergida en tu vaho
esperando tu regreso.
He aquí mis labios furiosos de angustia.
He aquí mis labios que te traspasaron,
mis labios y mi lengua
la que navegó en el mar de tu saliva,
la lengua que abrió tus labios como libro
para leer tus hermosos poemas.
He aquí mi boca
coronada por tu alma,
que divaga en el silencio
y se postra en la punta
de un cuarto creciente
a contemplarte de cerca.
He aquí tu boca
convertida en explosión,
en la morfina de mis días,
en el temple de mi universo...
© Ulises Casal
ignorando la vergüenza de haberte besado
tan dulce y lentamente que me
he transformado en un hombre en llamas.
He aquí mi boca que se puso sobre la tuya
y la abrazo con la tempestad
que se desata por extrañar.
Aquí yace tu boca
húmeda de perpetuidad,
sumergida en tu vaho
esperando tu regreso.
He aquí mis labios furiosos de angustia.
He aquí mis labios que te traspasaron,
mis labios y mi lengua
la que navegó en el mar de tu saliva,
la lengua que abrió tus labios como libro
para leer tus hermosos poemas.
He aquí mi boca
coronada por tu alma,
que divaga en el silencio
y se postra en la punta
de un cuarto creciente
a contemplarte de cerca.
He aquí tu boca
convertida en explosión,
en la morfina de mis días,
en el temple de mi universo...
© Ulises Casal
Fantasma
Silencio, el cielo está sumergido en ti,
al irte te llevas contigo, como un peregrino,
unas migajas de mi rabia.
Dejas en la neblina mensajes de humo
que yo no percibo,
yo estoy hecho de luz y trocitos de almas
que han marcado la historia,
yo soy un vestigio del universo
que distorsiona la realidad.
Dime que sientes silencio,
destrózate como bragas en medio de la excitación,
no eres más que un parpado,
una hermosa libélula que no perdura,
no eres nada.
Devuélveme las palabras que ocultas en el paladar,
no te sirven, eres hoja blanca,
la jaula de los gritos, de las ondas quiméricas de la voz.
No me lleves contigo,
déjame tendido donde mis versos se han detenido,
déjame en el mismo lugar donde
mi alma descansa.
© Ulises Casal
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