Cerrarás los ojos
y ese aire que rose tus labios
notaras que es mi imaginación transpirada,
un beso pronunciado al mismo momento,
el beso que te obedece,
el aire tibio que te quite el frío
el choque de un cometa en tus entrañas,
la energía contenida como hormiga que te acaricia,
el vapor de mi cariño.
Cerrarás los ojos
y escucharas voces.
Voces de mis manos recordándote,
sonidos de mis ojos alumbrándote,
el chasquido de nuestros labios en la sombra
tan fuerte como el estallido de un latido,
tan lleno de mí
que sentirás cuanto te extraño,
quizás, alucinarás mis pasos
y yo caminaré por tus cejas
y me asomaré a tus pupilas a ver
la imagen de mi beso,
y te robaré una sonrisa
con el recuerdo una solicitud de trabajo
y te abrazaré,
como se abraza lo que más se ama,
hasta clavarte mis huesos
y tocar tu alma.
Abrirás los ojos y no estaré,
y sin embargo sabrás que es cierto,
que en ese momento
ya te había acariciado,
que solo tú ves las marcas de mis huesos
sabrás que yo tengo tu alma
en un altar dentro del corazón,
que yo camino siempre hacia ti,
que tu sonrisa era el tibio aire que necesito
para descubrir el universo
y ver que no vale más que tú,
y sabrás que te besé
y que un beso es muy poco para tanto amor,
y que muy pronto,
más pronto de lo que podemos soportar,
estaremos juntos,
seguiremos juntos,
por siempre.
©Ulises Casal
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