Ruge el revolver cerca del rostro
como rose de un rasguño recíproco,
donde se registra el rastro de un recuerdo
que reto al reloj resucitar.
Raro en un rival revertir la rima
como recurso para resignarse,
es ridículo rendirse como rey,
robar un ruido a la razón,
recorrer tu reino como rehén
de tu recuerdo,
rodear con rabia un rango,
recostarte a reconstruir
un rompecabezas sin remedio.
Tanto respeto con rigor
ruboriza el rostro
rojo como el rubí.
La raíz de un roble
no es como una red
en un río donde se va a remar.
Ningún refrán reemplaza una buena reflexión.
Releva en la retaguardia de tu reino
al romántico redentor que se refleja en tu ropero,
rezar un rosario no resucita ni una rosa,
no te recluyas en un ruego
no te rasgues las rodillas,
tu respuesta resplandece
en el relámpago
que te reclama respeto a lo
que remedia la razón,
tu recompensa es no rendirte,
la receta es rechazar la rutina,
regalarte una revolución bajo la ropa,
retar a los relojes
y reclamar tu resplandor
con tanto regocijo
que seas un rayo que se registre en los radares,
que seas resplandor
no solo ruido.
© Ulises Casal
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