Ven a nadar a mi cuerpo,
necesito que te sumerjas en mí,
lánzate a mi precipicio
desde lo más alto del faro,
- el que tiene tu pupila dilatada -
mi mar es de sangre dulce
la que se bebe como almibar,
mi corazón te espera
como una isla
que ve pasar la Luna
como una bomba de jabón.
Hace tiempo tú naufragas
con tu excéntrico nado de sirena
acorralada en las costillas.
El sonido de mi piel
es un rechinido almidonado,
de rugidos silenciosos
que se exasperan a una voz.
Soy mar.
Un tímido e intruso mar.
Olas calmadas,
rigen el destino que te espera
como un suspiro suave
al oído,
cuando te recuestas en mi pecho
sobre mi rojo caracol.
Tu eres un océano.
Pegado al ocaso.
Con rayos jineteando tu espalda
que refleja las estrellas.
Yo te acaricio en la brisa
como un titán que se enreda en tus entrañas,
y te bebo en un sorbo de avidez.
... siempre unidos...
Somos agua enfurecida,
un huracán labial...
© Ulises Casal
No hay comentarios:
Publicar un comentario